Ángeles
Maestro
La noche del 14 de mayo de
2016 en un modesto escenario del pueblo de Vallecas, ante dos centenares de
militantes del SAT y varios cientos de personas convocadas por las Marchas de
la Dignidad de Madrid, toda la inmensa estatura de la clase obrera, se encarnó
y habló con la voz de Juan Manuel Sánchez Gordillo.
Parecía que todo quedaba
hipotecado a la última
reedición del
"Juntos podemos" de Carrillo en 1982. Ahora que, 34 años más tarde,
una izquierda travestida de "ciudadanía" o del "99%",
intenta construir
un “relato” que
oculte la
naturaleza de clase de la brutal ofensiva del capitalismo para obtener el favor o al
menos la neutralidad del poder, y así ganar las elecciones.
Podría creerse que la voz del SAT, un sindicato que durante décadas ha alzado orgulloso su identidad de clase y su rebeldía combatiente mientras otras siglas que fueron un símbolo de la dura lucha obrera contra la Dictadura se integraban e hincaban la rodilla ante el poder, estaba apagándose ante cantos de sirena electorales.
Juan Manuel Sánchez
Gordillo, con voz de gigante, empezó cuestionando esa falsa unidad que se usa
como un mantra para legitimar proyectos que olvidan que en las cárceles de esta
supuesta democracia hay presos políticos como Andrés Bódalo, como Alfon y como
centenares de hombres y mujeres que se alzaron en defensa de los intereses de
su clase y de los derechos de sus pueblos. Dijo: “Me duele en el alma este silencio [de Podemos e IU], porque
silencios en momentos como éste son cómplices”, mientras les exigía que renunciaran a
participar en proceso electoral alguno mientras hombre justos como Andrés Bódalo sigan en la cárcel.
Denunció con fuerza a
quienes “nos cuentan ese cuento de la pirula de que no hay clases sociales”,
parecido al de Fukuyama del fin de la Historia, que sirve para ocultar que el
monopolio de la violencia está en manos de la burguesía. “Ellos son los
violentos, ellos son los terroristas”. Y “mientras ellos tengan el monopolio de la violencia, ¿dónde
está nuestra libertad, dónde nuestra dignidad?”
Afirmó que la única unidad
que vale es la que nos convoca para luchar y recordó que la violencia, la inmensa e
implacable violencia es la que aplasta cada día los derechos de los
trabajadores y la que invade y asola países en guerras de saqueo de sus
recursos.
Denunció el monopolio de
los medios de comunicación en manos de la burguesía, los “prensa-tenientes”,
que aniquilan cualquier asomo de libertad de expresión. “Dicen que la 3 es de
derechas y la sexta de izquierdas, cuando las dos son del mismo dueño”.
Calificó a la OTAN como
“la organización terrorista de los ricos”. Denunció que Bases militares, de la OTAN o
directamente de EE.UU., - muchas en suelo andaluz – hipotecan cualquier
resquicio de soberanía y nos hace directamente cómplices de las masacres de
otros pueblos. Consideró inaceptable que ni la salida de la OTAN, ni el
desmantelamiento de las Bases aparezca siquiera en los programas conjuntos de
“Unidos Podemos” y que además un general de la OTAN – calificado por EE.UU.
como “firme defensor de la acción conjunta”1vaya a encabezar
las listas de Almería.
Afirmó el carácter
“innegociable” del ejercicio del derecho de autodeterminación de los pueblos,
mientras subrayaba la legitimidad de la lucha de todos ellos por sus derechos nacionales,
en especial, del pueblo vasco.
Aseguró que el Gobierno
que salga de las elecciones del 26 de junio, que es seguro que pactará con el PSOE que es la peor derecha,
hará las políticas del FMI, del BM y del Bundesbank alemán. “Y con esas
políticas no hay cambio que valga”, sentenció.
Es ineludible enfrentarnos
con la Europa de los mercaderes y para ello es imprescindible acabar con
“socialdemócratas” como el PSOE o el partido demócrata de EE.UU., “que hacen
guiños a la izquierda y tiran hacia la derecha”, mientras saquean y aniquilan a los
pueblos.
La fría tarde de la
primavera vallekana se caldeó con las palabras de Juan Manuel. Sus palabras necesarias
cayeron como agua de mayo sobre las mentes y los corazones de hombres y mujeres
luchadores, en buena medida confundidos y desconcertados por ilusiones
electorales y por tanto pensamiento débil disfrazado de radicalidad. La
indispensable conciencia de clase, bien cimentada por generaciones de explotación,
de miseria y de insultante dominación, se revitalizó y fortaleció sus raíces con las palabras del “Alcalde de
Marinaleda”. Y
ese saber de clase y
de pueblo produjo,
una vez más, su fruto necesario: el convencimiento de que, frente a falsas ilusiones
electorales, la
lucha es el único camino.
¡Salud Juan Manuel!
1Wikileaks
hizo publico este informe realizado para la CIA por el Embajador de EE.UU en
Madrid sobre el General Jose Julio Rodriguez. https://wikileaks.org/plusd/cables/08MADRID790_a.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario