Carlos Dafonte
Hai moitos anos, o 24 de
febreiro de 1965, no Seminario Afroasiático celebrado en Alxeria,
unha parte da esquerda mundial recibiu un “electrochoc” cando
Ernesto Guevara leu o que foi considerado un dos máis célebres
discursos por el pronunciado, onde con poucas veladuras acusaba ós
considerados países socialistas de practicar un imperialismo
encuberto, sobre os países subdesenvolvidos:
“(:::) el desarrollo de
los países que empiezan ahora el camino de la liberación, debe
costar a los países socialistas(...) No puede existir socialismo si
en las conciencias no se opera un cambio que provoque una nueva
actitud fraternal frente a la humanidad, tanto de índole individual,
en la sociedad en la que se construye o está construyendo el
socialismo, como de índole mundial en relación a todos los pueblos
que sufren la opresión imperialista..
Creemos que con este
espíritu debe afrontarse la responsabilidad de ayudar a los países
dependientes y que no debe hablarse más de desarrolllar un comercio
de beneficio mútuo basado en los precios que la ley del valor y las
relaciones internacionales del intercambio desigual, producto de la
ley del valor, oponen a los países atrasados.